domingo, 19 de junio de 2011



No puedo darte soluciones
para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuesta para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni futuro.
Pero cuando me necesites estaré junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.
Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.
No juzgo las decisiones que tomes en la vida.
Me limito a  apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.

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